1.- La RAE permite ya el cambio de loor por olor y como todo el mundo decía "en olor de santidad", en vez de "en loor de santidad", pues lo ha dado por bueno. La Academia de los últimos años tiene un gran estómago y limpia y fija mucho menos el esplendor del idioma. Pero, bueno, su autoridad no se discute. Se han ido varios a Roma a santificar al padre Anchieta , al que nosotros no le teníamos ningún respeto en nuestros tiempos de universidad. Como enfrente habían colocado un enorme toro de Osborne , en la rotonda de la vieja autopista, a la estatua de Anchieta se le colocaba con frecuencia un capote de grana y oro para que lo toreara. Parecían los dos, toro y beato, hechos a escala, porque la estatua tenía un cierto parecido con El Viti y como Anchieta llevaba un bastón, pues aquello se asemejaba bastante a la taurina espada de matar, o sea, al estoque. Y así pasábamos nosotros el tiempo, instalados en el nada que hacer y en el bar de Salvador , paz descanse, en el que se hacían los mejores bocadillos de la historia. Bueno, pues están en Roma nuestras dignísimas autoridades, incluidos Paulino Rivero y Fernando Clavijo , y los obispos canarios, para asistir a la canonización de Anchieta, que aunque ya es santo desde el otro día, hoy lo será más.
2.- Hablarán Paulino y Fernando Clavijo de lo que deben hablar, ahora que tienen tiempo, apurando un plato de "fetuchinis" en "Alfredo", en la vía de César Augusto Emperador . No sé si vive Alfredo , porque la última vez que fui yo allí con mis hijas (los guitarristas nos tocaron "Tres monedas en la fuente") al hombre le había sobrevenido una trombosis y tenía el brazo averiado. Roma es una ciudad preciosa para hablar del presente y del futuro. Yo me acuerdo de intrigar para la política canaria en Edimburgo, por ejemplo; y en Belfast; y en Madrid. La política canaria, cuando uno sale fuera a hablar de ella, se empequeñece y entonces no nos creemos el culo del mundo, sino que nos viene la inspiración, pero en su justa medida. Así que Paulino y Fernando pueden y deben hablar en Roma, a orillas del Tévere.
3.-Pues entre Anchieta y el toro de Osborne, que fue indultado en España y todavía se ven algunos por ahí, se me ha ido hoy la inspiración. Anchieta ya es santo y el toro de Osborne ha desaparecido de aquella rotonda. Además, los estudiantes de hoy son más de pintar en la pared que de acciones imaginativas y llenas de ingenio. Ni siquiera se fugan en San Diego para solazarse con sus parejas en las umbrías del monte, como hacíamos antes; ahora sólo se cargan y se emporran.