jueves. 18.04.2024

1.- Ha dicho en N.Y. la bella Corina -de apellido muy raro, que no pienso escribir-, la pana íntima del ex rey, que don Juan Carlos es su amigo y que lo será siempre. Lo ha dicho en un desfile de Carolina Herrera celebrado en la capital del mundo, a donde no regresaré por lo engorroso de los trámites de entrada, los visados y todo ese lío. Ya es suficiente, creo que he estado 57 veces allí, tendré que volver a contar los sellos de los pasaportes, aunque me falta uno que me dejé en Venezuela una vez; se me perdió. Corina, que ha envejecido al mismo tiempo que el ex rey, pero menos, tampoco saludó a Marichalar , el ex yernísimo, situado a pocos metros de la princesa. A Marichalar, cuando era hijo político, no lo dejaban bañarse en la piscina de La Zarzuela: "Su majestad no quiere", le decían los escoltas. Pobre chico. Yo lo veo en Madrid, vagando por Serrano a la pata coja. Sin embargo el Urdangarín hacía el ángel -paradojas de la vida- en la misma instalación. ¡Urdangarín haciendo el ángel!

2.- La bella Corina ha declarado que no se va a casar con el ex rey, aunque quién sabe. Harto conocida es la facilidad que tienen algunos borbones para convencer a las damas. Allí donde haya un Borbón hay un ligón, aunque parece que el actual rey es, al menos por el momento, monógamo. Bendito sea Dios. Corina asistió al desfile en compañía de un tipo con pinta de ejecutivo, pero desconocido. Y la sentaron en una tercera fila, es decir, que no le dieron prioridad uno. Se ve que al faltarle buena compañía, su presencia vale menos.

3.- Ella es una de esas mujeres/florero a las que invitan a los sitios para dar realce a lo que ahora llaman "el evento". Un evento es una eventualidad, como Corina, que eventualmente acompaña al ex rey. Lo de los elefantes en Ruanda fue uno de los eventos, vaya por Dios, que se cargaron la monarquía. Porque el ex rey habrá matado a uno o a varios, pero las almas de los paquidermos pusieron fin a su reinado. Corina no renuncia a la amistad de don J.C., así que las revistas del corazón pueden respirar tranquilas porque el reencuentro va a llegar, más pronto que tarde. Carnaza para los paparazzi y para la multitud parlante de este país, que es de aúpa. Mientras, la bella Corina se solaza en N.Y. con un tipo trajeado y desconocido. Y eso. En cualquier momento se pasará por aquí.

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La bella Corina
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