jueves. 28.03.2024

Las condiciones de vida para los saharauis que viven en los cuatro campos de refugiados de Tinduf, wilayas, son muy duras. La mayoría de la población vive en tiendas, sin agua corriente, y depende casi totalmente de la ayuda internacional externa para subsistir, que ha ido decreciendo con los años.

El ACNUR y el Programa Mundial de Alimentos estiman que dos tercios de las mujeres sufren de anemia, y un tercio de los niños desnutrición crónica. La población de cada campamento es de varias decenas de miles de habitantes, pero la cifra exacta se desconoce. Algunos de sus habitantes llevan más de 30 años en el lugar y los más jóvenes son refugiados de tercera generación que nunca han conocido su patria.

Por ello, el Cabildo de Gran Canaria, que asegura sentirse "especialmente sensible a esta causa", organiza delegaciones periódicas que visitan los campamentos, se reúnen con sus líderes, se interesan por cómo evoluciona su situación, siempre extrema, y colabora tanto con materiales y alimentos, como tratando de dar visibilidad a un problema enquistado.

Rogelio Roger Valentín, miembro del comité de empresa del puerto de Las Palmas, participó en el viaje organizado la semana pasada y, junto con el resto de la expedición, visitó las wilayas Auserd y El Aaiún y se reunió con varios de los máximos representantes de los saharauis, el primer ministro, el ministro de cooperación, el de salud y educación, así como con el responsable del aparato político del Frente Polisario y la secretaria general de la Unión de Mujeres. También visitaron los almacenes de la Media Luna Roja saharaui, acompañados por el responsable de la ONG.

Los estibadores viajan a Tinduf para conocer la realidad de los campamentos y ofrecer...
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