sábado. 20.04.2024

1.- En mi catálogo de sueños hay uno que me persigue: que tengo una casa terminada, pero que no la vivo porque falta algún trámite para ocuparla. La casa es preciosa, un pequeño chalé que unas veces está en el Puerto de la Cruz, otras en Fuerteventura y en ocasiones en un paraje de montaña cercano al Teide. Este disparate va conmigo muchas noches y yo ando como errante, sin poder disfrutar de una casa que he pagado, que está terminada pero que no puedo ocupar por algún hecho que yo no conozco pero que anda ahí, latente. En la vivienda de Fuerteventura he llegado a permanecer en la puerta sin atreverme a entrar, seguramente porque no dispongo de la llave. No hay trauma sobrenatural que ampare la no ocupación, no hay nada, todo parece amable y tranquilo, pero no puedo penetrar en mis casas y esto me cabrea no poco.

2.- He dejado de soñar que sigo en el cuartel, reuniendo la ropa de guripa, que no sé dónde metí, para licenciarme. Como siempre me moví con un pase de pernocta medio fraudulento que me hizo de favor el teniente coronel Sevillano , a petición del capitán Guian ce , no me atrevo a entrar en Hoya Fría, no sea que no me licencien y así voy por los veinte años o más de servicio militar por miedo a que detecten que no duermo en el cuartel y me hagan volver. Ya no me atormenta tanto este sueño, pero fue terrible. Es el precio de haberme escondido durante meses y de haberme fugado por el tubo de desagüe de Hoya Fría tantas noches para dormir en casa, durante la instrucción. En fin, historias cuarteleras sin demasiada importancia.

3.- Los sueños se perturban más en verano, con el calor. Yo no sé cómo pueden dormir en Madrid en estos días. Pasé una noche terrible, a causa del calor, entre el viernes y el sábado pasados. Es mejor dormir por la mañana porque las noches son realmente insoportables. No hay fresco, no corre brisa y están a 35 grados centígrados. Inaguantable. Pues ya ven, en la ficción cuento con tres casas deshabitadas, amuebladas y listas, que no puedo ocupar porque algo lo impide. Son, evidentemente, segundas viviendas, pero a cual más hermosa. Creo que tengo la solución al sueño: se trata de viviendas que alguna vez compré, pero que mi vida ajetreada me hizo abandonar y que vuelven a mí, castigándome por haberlas dejado. No tiene otra explicación esta desazón que tantas horas me roba.

[email protected]

Sueños de casas y cuarteles
Comentarios